El pueblo barranquillero celebró el primer titulo de Copa Colombia, como lo ha acostumbrado el equipo, después de sufrir, en esta oportunidad, desde el minuto dos de juego con el golazo de Luis Manuel Seijas.

Al gol del venezolano se sumó el pito de Adrián Vélez , quien para los hinchas "nos dio palo". Eso le puso dramatismo al final del partido.

Las decisiones de Vélez le valieron para hacerse acreedor al corito celestial que se inmortalizó en la década de los setentas en el Romelio Martínez.

Fueron los  últimos cinco minutos del partido los más dramáticos . Un tiro de esquina en el epílogo  trajo a la memoria  la final de Liga ante Nacional, ahora la defensa despejó  y la ciudad celebró.

Con la victoria de Junior, las calles de la ciudad se llenaron de hinchas desbocados de la emoción que salieron en sus motos a celebrar. 

La Troja, lugar insigne de los hinchas que apoyarn al equipo Tiburón cuando no juega en casa, se congregaron para ver el partido. Después de tanto sufrimiento, vino la celebración. ¡Y la fiesta se prendió!